Caries: Qué es y cómo prevenir la caries

La caries es una enfermedad que provoca el debilitamiento del diente, avanzando si no hay tratamiento por el interior del diente hasta su destrucción irreversible. En una primera fase, puede notarse cierta sensibilidad a algunos alimentos , sobre todo dulces, y a las bebidas frías o calientes, pero no suele existir dolor real. Cuando la caries avanza y afecta a la pulpa o al nervio, generalmente aparecerá dolor, aunque si la afectación es muy lenta puede llegar a destruir gran parte del nervio de forma indolora. Una exploración detallada detectará manchas o puntos de color blanco tiza o zonas de color marrón que son zonas donde no hay esmalte. Cuando la afectación es profunda, se puede producir abscesos y material dental destruido que darán lugar a un importante hinchazón, conocido habitualmente como flemón.

¿Cómo prevenir la caries?

- Una buena higiene dental todos los días y revisiones periódicas con tu dentista.
- Mantener una dieta alimentencia sin excesos en azúcar y rica en calcio.
- ¡Comer queso! ayuda a proteger la boca contra las bacterias a aumentar PH.


Educación:

Concienciar a los niños de la gran importancia que tiene el cuidado dental para su salud, ayudará a que ellos de adultos, continúen cuidando su boca y la de sus futuros hijos. Los padres pueden aprender también estos hábitos saludables a través de sus hijos. Los malos hábitos de salud oral están causados por falta de información.


Higiene bucal: 

La higiene bucal debe estar dirigida al control y la eliminación de la placa dental mediante métodos mecánicos y/o químicos. Esta higiene dental se debe fundamentar en el cepillado dental, el uso del hilo o seda dental y todos aquellos medios complementarios menores que sean necesarios.


- CEPILLO DENTAL

Como ya hemos expuesto, la desmineralización del esmalte se produce por la existencia de un medio ácido tras la ingesta. El cepillado dental tras las comidas, elimina la placa dental, equilibra el pH bucal y elimina los restos alimenticios. Deberíamos cepillarnos los dientes tras cada ingesta, si no es posible se recomienda se haga tras las principales ingestas, tres veces al día.
El cepillado de los niños debe ser realizado siempre por los padres hasta que el niño demuestre la habilidad suficiente para hacerlo solo. Los niños pueden colaborar en su cepillado una vez que los padres han completado el cepillado. El uso de cepillos eléctricos no mejora los resultados del cepillado manual y están indicados en personas con dificultades de habilidad manual.


- HILO DENTAL

El uso de hilo dental es un complemento perfecto al cepillado dental para eliminar los restos alimenticios que quedan entre los dientes. La utilización de este método sería recomendable tras las grandes ingestas pero como mínimo será aceptable su utilización por las noches. Los cepillos interdentales también se utilizan para eliminar los restos alimenticios, pueden llegar por su diseño donde el cepillo normal no puede entrar.


- ENJUAGUE BUCAL: Eliminación de la placa bacteriana por métodos químicos

El uso de colutorios o enjuague bucal elimina la placa bacteriano, pero debes consultarlo con tu dentista. Existe el riesgo de efectos sobre la flora bacteriana habitual de la boca y sobre los tejidos dentinarios pudiendo producir manchas o tinciones algunos de ellos.


- USO DE FLÚOR

El uso del flúor previene la aparición de la caries interfiriendo en el metabolismo de las bacterias reduciendo su papel patógeno. La presencia de flúor facilita la incorporación de calcio a los tejidos duros del diente y a su remineralización.
Existen diversas presentaciones comerciales de flúor desde las pastas dentríficas, colutorios, geles, pastillas o barnices. Algunas de estas presentaciones son de uso profesional y se administran bajo la supervisión de un dentista en consulta. En España, el agua de consumo casi nunca se somete a fluoración.


Medidas sobre la dieta: 

El tipo de dieta influye considerablemente en la producción de caries. Para que los dientes estén fuertes es importante una buena alimentación. Una dieta sin exceso de azúcar y que contenga vitaminas y minerales, sobre todo calcio, es la más aconsejable para mantener una boca sana. 
Por tanto, es recomendable:
- No abusar de alimentos ricos en azúcar: dulces, bollería, caramelos, bebidas azucaradas, etc... procurando reducir la frecuencia del consumo de estos alimentos y que se tomen solo durante las comidas.
- Los alimentos más ricos en vitaminas, minerales y calcio, son los lácteos, verduras y frutas frescas.
- Evitar comer entre horas, ya que los restos de alimentos permanecen entre los dientes hasta que se cepillan, favoreciendo así la aparición de caries. Disminuir el consumo de azúcares y una dieta equilibrada ayuda a disminuir el riesgo de sufrir caries.
- Reducir la toma de refrescos y zumos azucarados, el cambio de zumos concentrados por zumos naturales son otras medidas recomendables. La modificación de la frecuencia del consumo es incluso más importante que la cantidad.